Hola a todos, mi nombre es Carlos y soy el autor de este blog. La Encuadernación Artesanal será el hilo conductor de esta historia escrita que aquí comienza, como ingredientes principales el trabajo manual, la constancia, la paciencia, y mi amor por los libros.
A principio de los años 80,allá por la época de Cuéntame, tenía un amigo del colegio que a modo de una historia novelesca, me contaba orgulloso el trabajo que hacía su padre, de cómo él trabajaba con las manos, y de las piezas que creaba con paciencia y cariño. Yo como niño que era sentí una curiosidad, que hasta a mi me sorprendía, empece haciéndole una pregunta tras otra, ansioso de información que desvelara aquella inquietud un tanto desmesurada que sentía.
Pasaron algunos meses hasta que un día mi amigo y compañero de la escuela me invitó a que lo acompañara al lugar donde trabajaba su padre, él le habló de mí y mis ganas de acercarme a aquel lugar. Ante mis ojos apreció un idealizado Taller de Encuadernación Artesanal, de estilo mas bien clásico, dentro estaba su padre, un hombre de aspecto bonachón, transmitía tranquilidad, y derrochaba paciencia, cualidades que muchos años después descubrí que eran imprescindibles para este oficio.
Su padre era un experimentado encuadernador artesanal de los de siempre, era un taller pequeño, con sus montañas de libros, unos terminados para su entrega y otros esperando su turno, algunos esperando a que las manos de aquel artesano encuadernador les diese una nueva vida, una presencia o tal vez ese esplendor que algún día tuvieron, y que el tiempo y la mala conservación apagaron su belleza natural. En aquel taller parecía como si el tiempo se hubiera detenido, donde aquel reloj colgado en una pared, era tan sólo un elemento decorativo más, había máquinas y herramientas que utilizaba para las labores de su oficio, máquinas como sacadas de otra época anterior, había prensas antiguas, guillotina de volante, cizallas de palanca manual, prensas de cajos, artilugios fabricados por él mismo y muchas herramientas manuales, para dorar y estampar y todo lo necesario para hacer un libro. Algunas mesas de trabajo, estanterías metálicas llenas de materiales, cajas, tarros de cristal, cajones de madera llenos de recortes de materiales etc, y una vieja silla que utilizaba cuando cosía los libros. En otro rincón de su modesto taller, había rollos de telas de infinitos colores, papeles, cartones, pieles y otros materiales todos ellos juntos ambientaba el lugar con un olor muy característico, un olor que muchos apreciamos que no es otro que el olor a un libro físico, algo que la tecnología jamás podrá imitar.
Para mí aquella visita fue definitiva para decidir, que yo quería ser como aquel hombre, pero los derroteros de la vida me llevaron por otro camino, y aquella ilusión de un niño de 11 años, quedó paralizada, pero tenía la esperanza de algún día hacer lo que hacía aquel hombre, con el paso de los años descubrí que al menos tenía algunas cualidades o virtudes en lo relativo a la paciencia y a todo lo hecho a mano, el resto era ponerse manos a la obra, aprender y trabajar mucho.
Años después en mis ratos libres comencé a hacer mis primeros acercamientos al mundo de la encuadernación artesanal y de forma autodidacta empecé con mis primeros inventos. Más tarde en el año 2013, ingresé en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba, y me matriculé en la especialidad de Grado Superior de Encuadernación Artística, por fin estaba más cerca de hacer realidad aquel sueño.
Allí aprendí muchas técnicas, conocí nuevos materiales, procuré no perder ni un segundo y absorber toda la enseñanza que allí se impartía, a pesar de algunas adversidades conseguí terminar mis estudios con muy buenas notas, fruto del esfuerzo y el trabajo, y así obtuve mi título de Técnico Superior Grado de Encuadernación Artística. Desde aquí quiero agradecer a todos mis maestros que tanto me aportaron, especialmente a José Cabello maestro de taller, y a Rosario Coronado Maestra de Volumen, Técnicas y Materiales, grandes maestros grandes personas.
Al salir de la escuela, seguí trabajando, aprendiendo y encuadernando, para mí la encuadernación es un bello y noble oficio, que hay que dar a conocer, desde este blog y de mi trabajo quiero aportar mi granito de arena. Bueno ya me conocéis un poquito más, ahora seguiremos encuadernando.
SALUDOS